PAGAR EN TIEMPOS REVUELTOS.
El artículo que recomiendo hoy es hermoso por lo que tiene de contestatario. Volver a tiempos que uno creía olvidados debe de ser lo único positivo que nos han traído estos tiempos difíciles. Recuperar la conciencia de la pérdida o, tal vez para los más jóvenes, luchar por tener la conciencia de su propio sueño.
¿Será la suya la auténtica realidad? ¿los mitos de "El Mercado", "El Ajuste", "Esta" política, son esas profecías que, auto-cumpliéndose, nos explican y señalan el sitio que ocupamos?
¿Debería entonces dudar de la realidad que percibo y que posiblemente haya construido a espaldas de la cierta, la que han edificado los demás?
Leer este artículo me produce una efímera sensación de bienestar que sólo dura el tiempo que olvido que está auspiciada por los mismos de siempre. Los mismos de siempre siempre son los mismos o los otros, eso importa poco. Importa más ser conscientes de su fagocitosis.
Sea sueño o pesadilla disfrutémoslo mientras aún están “los otros” emitiendo sus seudópodos. Antes de que nos abracen definitivamente algunos tendremos tiempo de gritar:
¡No vull pagar!
¡Novullpagar por mis sueños!
Para todos los demás MasterCard
Algunos estarán esperando despertar.
Foto: Edipo y la Esfinge. Óleo sobre lienzo de François-Xavier Fabre (1766-1837). Dahesh Museum, New York City.
El artículo que recomiendo hoy es hermoso por lo que tiene de contestatario. Volver a tiempos que uno creía olvidados debe de ser lo único positivo que nos han traído estos tiempos difíciles. Recuperar la conciencia de la pérdida o, tal vez para los más jóvenes, luchar por tener la conciencia de su propio sueño.
Un país que se acomoda sobre la impunidad -escribí hace no mucho- es un país narcotizado, y desde el sueño la única acción posible es soñar. Tanto para los que andan a la busca de un sueño que dé sentido a sus vigilias como para los que ya hemos conocido el sueño, la pesadilla y la cruda realidad de la vigilia y vemos la borrasca -alerta roja- que nos busca desde un horizonte demasiado cercano, el tono de ese artículo nos reconforta un poco. Sólo digo “un poco”, porque cada vez que escucho la resignación con que los ciudadanos aceptan lo que hay y lo que viene tengo la sensación de ser un personaje de película, un ente que vive ajeno a su realidad. Y a esta sensación contribuyen desmesuradamente los tres primeros comentarios que han hecho sobre la noticia en el periódico otros tantos lectores.
Me asquea lo correcto porque la corrección lleva en su interior el feto de la sumisión. Me repugna la resignación porque es la consecuencia de aceptar la capacidad del mito para seguir explicando la realidad. Así, igual que Edipo, seguiremos arrancándonos los ojos -o dejando que nos los arranquen- para que "la verdad" tenga sentido. Me indigna el “y qué vamos a hacer...” porque en él ha crecido ya el germen de la obediencia y, con la rapidez que tienen las malas hierbas, asfixia al resto de las semillas productivas, siempre lentas.
¿Será la suya la auténtica realidad? ¿los mitos de "El Mercado", "El Ajuste", "Esta" política, son esas profecías que, auto-cumpliéndose, nos explican y señalan el sitio que ocupamos?
¿Debería entonces dudar de la realidad que percibo y que posiblemente haya construido a espaldas de la cierta, la que han edificado los demás?
Leer este artículo me produce una efímera sensación de bienestar que sólo dura el tiempo que olvido que está auspiciada por los mismos de siempre. Los mismos de siempre siempre son los mismos o los otros, eso importa poco. Importa más ser conscientes de su fagocitosis.
Sea sueño o pesadilla disfrutémoslo mientras aún están “los otros” emitiendo sus seudópodos. Antes de que nos abracen definitivamente algunos tendremos tiempo de gritar:
¡No vull pagar!
¡Novullpagar por mis sueños!
Para todos los demás MasterCard
Algunos estarán esperando despertar.
Foto: Edipo y la Esfinge. Óleo sobre lienzo de François-Xavier Fabre (1766-1837). Dahesh Museum, New York City.